lunes, 2 de septiembre de 2013

CUANDO BUSCO MÁS DE DIOS "MÁS PROBLEMAS VIENEN"

Compartido por: Álvaro Loría


Durante mi más de dos décadas y media de haberle entregado mi vida a Dios y vivir para Él he escuchado repetidamente esta frase: “Cuando busco más de Dios, más problemas vienen a mi vida” y terminan la frase con una pregunta: “¿Por qué?”.
Realmente no sé en qué momento de la historia relacionamos la cantidad de problemas que nos vienen con el hecho de estar más cerca de Dios, es decir: Cómo fue que comenzamos a pensar que si me acerco más a Dios más problemas me vendrán.
Y es que esto es una constante en muchas personas que al verse en situaciones difíciles relacionan que sus problemas vienen por el hecho de “quererse meter más con Dios”, “buscar más de Dios”, “estar más consagrado a Dios”, etc.
Hoy quiero desvirtuar esta mentira que en mi opinión viene de un pensamiento lanzado por el enemigo, porque, ¿En qué cabeza fría puede caber la idea que estando cerca de Dios más problemas nos vendrán?, en pocas palabras y viéndolo de otro modo: “No te metas mucho con Dios porque te ira mal”, ¿Es eso lo que creemos?, y no me digas que no, porque todo el que dice: “Entre más me meto con Dios, más problemas me vienen”, lo que estás transmitiendo es que estar cerca de Dios no es bueno.
Comencemos por analizar el porqué de esa frase, por qué decimos o pensamos que entre más nos acercamos a Dios más problemas nos vienen:
Yo opino que ese pensamiento además de provenir de una artimaña del enemigo para hacernos pensar que no debemos acercarnos mucho a Dios, también es el resultadode NUESTRAS EXPECTATIVAS.
Es decir: Cuando nos acercamos a Dios pensamos que nada nos puede pasar, que no vendrán problemas, que todo se solucionará rápidamente, pero la realidad es que NO siempre pasa eso, y es que el hecho de acércanos a Dios no nos da la total seguridad que las cosas que estamos viviendo se solucionaran o que por alguna razón desaparecerán en un instante. Entonces el hecho de creer que TODO se solucionará nos hace estar a la expectativa de las cosas y más sensibles a detectar problemas y esto es porque tenemos grandes expectativas, esperamos que pasen muchas cosas, pero ¿Qué tal si no pasa nada?, ¿Qué tal si todo sigue igual o peor?, ¿Acaso es culpa de Dios?, la mayoría de problemas que enfrentamos son consecuencias de nuestras malas decisiones, son consecuencias de nuestros errores y lastimosamente nosotros terminamos echándole la culpa a Dios por lo que nos pasa, cómo que si Él nos obligo a tomar ciertas decisiones equivocadas que tomamos.
¿Qué le pasa a un persona que no está y no quiere estar cerca de Dios?, simplemente no espera mucho en su vida, es decir no espera que pasen grandes cosas, ¿Está enfrentando problemas?, definitivamente y problemas muy grandes, pero como no espera que grandes cosas pasen en su vida, simplemente se acostumbra a esos problemas sin echarle la culpa a nadie. En cambio un cristiano que busca a Dios quiere que todo se le resuelva, entonces al no recibir rápidamente las respuestas que busca opta por creer que ahora que se ha acercado a Dios, “más problemas le vienen”, y no es que le vengan más, sino que él está más sensible a los problemas y expectante a que desaparezcan.
Amados hermanos y hermanas, debemos estar consientes que diariamente enfrentaremos toda clase de problemas que pondrán a prueba nuestra fe, el hecho que seas cristiano o te acerque más a Dios no significa que los problemas van a desaparecer, lo que significa es que ahora tienes a Dios de tu lado, quien esta dispuesto a fortalecerte en medio de toda tormenta que te toque enfrentar.
Hay momentos en donde Dios no va a solucionar los problemas que tu quieres que solucione, sino que Él te va a fortalecer y proveer lo necesario para que salgas adelante en esa batalla, no esperes que las cosas desaparezca de la noche a la mañana, hay cosas que simplemente tienes que enfrentar, cosas que son consecuencias que tienes que sobrellevar, pero lo lindo de todo es que Dios está y estará de tu lado.
No pienses que entre más te acercas a Dios más problemas te vienen porque esa es una mentira del enemigo, porque entre más te acercas a Dios, más fortalecido y fuerte deberías estar para enfrentar todo lo que haya que enfrentar, porque Dios te ha hecho un victorioso, por lo tanto con su ayuda puedes vencer.
Jesús dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” Juan15:5 (Reina-Valera 1960). En pocas palabras Dios quiere que estemos cerca de Él.
El apóstol Pablo reconoció que solo estando con el Señor podemos vencer: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipenses 4:13 (Reina-Valera 1960). Ojo en este versículo a la frase: “en Cristo”, es decir: “estando en Él o cerca de Él”.
Hoy te invito a que busques más de Dios, problemas siempre habrán mientras estemos en esta tierra y con este cuerpo corruptible, pero estando cerca de Dios los problemas son solucionables, Dios ha de estar contigo en cada momento como lo prometió y no te dejará, por lo tanto estar cerca de Dios es una garantía de victoria final.
No te dejes engañar por las mentiras del enemigo quien te quiere hacer pensar que es mejor estar lejos de Dios en lugar de cerca, porque estando lejos de Dios estarás más propenso a caer en las garras del devorador, la Biblia dice: “¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar.” 1 Pedro 5:8 (Nueva Traducción Viviente).
Es hora de acercarnos a Dios, de buscarlo con todo nuestro corazón, de no permitir que las circunstancias de la vida nos hagan pensar cosas equivocadas, al contrario, nuestra fe tienen que mantenerse firme a pesar de cualquier situación, porque Dios prometió hacer cosas maravillosas entre nosotros.
¡Estar cerca de Dios es lo mejor!
“Un solo día en tus atrios,
¡es mejor que mil en cualquier otro lugar!
Prefiero ser un portero en la casa de mi Dios
que vivir la buena vida en la casa de los perversos.
Pues el Señor Dios es nuestro sol y nuestro escudo;
él nos da gracia y gloria.
El Señor no negará ningún bien
a quienes hacen lo que es correcto.
Oh Señor de los Ejércitos Celestiales,
qué alegría tienen los que confían en ti.”
Salmos 84:10-12 (Nueva Traducción Viviente)

Meditación escrita por: Enrique Monterroza

COMO USAR EL PADRENUESTRO EN ORACIÓN

Por: Carlos Ulate


El Padrenuestro es la guía perfecta para orar todos los días. El siguiente es un ejemplo de oración. Se presenta sencillamente con el objetivo de dar una idea. No es para ser repetido como oración suya, pues cada uno debe sacar de su corazón las palabras que desea decirle a Dios. Cada frase es un filón riquísimo de ideas acerca de Dios las cuales necesitamos explotar hasta quedar llenos de Su presencia allá en la intimidad, cuando estamos en el aposento después de haber cerrado la puerta y habernos postrado como es digno de Aquel con quien vamos a entablar una conversación.


Padre nuestro...
Llamarte Padre es un grandísimo privilegio para mí. Te doy gracias por Jesús que me invitó a invocarte con esta palabra que refleja un vínculo de intimidad tan profunda. Gracias por haberme hecho hijo Tuyo en tu Hijo Jesús.


… que estás en los cielos, ...
Tu presencia en todo lugar me deja asombrado. Estás en los cielos, es decir, estás aquí, allá y más allá. Todo lo invade Tu presencia. Este conocimiento es demasiado maravilloso para mí. Significa que no se te escapa nada. Estás perfectamente al tanto de todo lo que está sucediendo en los rincones más lejanos y más cercanos de la creación. Es como dijo Salomón: “¡Los cielos de los cielos no te pueden contener!”.


… santificado sea tu nombre....
Padre, tu nombre es santo. Significa que Tú mismo estás aparte, que moras en luz inaccesible, donde Tu santidad produce una sobrecogedora reverencia que obliga a los presentes a postrarse, del mismo modo que estoy postrado yo para santificarte, esto es, para dirigirme a ti con sumo respeto y con el conocimiento suficiente de lo puro y perfecto.


… Venga tu reino....
Padre, estoy dispuesto a ceder para que el gobierno de mi vida lo tengas Tú. Es Tu reino el que ha de prevalecer en mis pensamientos, mis palabras y mis actos. Mereces reinar en mi vida porque tu me hiciste para tu gloria, y solamente por el accionar del Espíritu Santo es posible que se cumpla el ideal de Tu reino en mi vida. Definitivamente, ya no se trata de mí, se trata de Ti.


… Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra ...
Padre, al pedir que se haga tu voluntad, ayúdame a darme cuenta de lo que estoy pidiendo.No sé que me deparará Tu voluntad en este día, pero lo que sea que me depare, te pido que me ayudes a estar preparado. Lo que sea que hoy me suceda, quiero estar dispuesto a recibirlo como Tu voluntad. Es muy fácil decírtelo, pero debo aceptarlo porque Tu voluntad siempre es lo mejor para mí, aunque no sea de mi gusto en el momento.


... El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy....
Padre, me he pasado toda la vida preocupándome por el mañana. Me ha costado darme cuenta de que el mañana no me pertenece, que el mañana es Tuyo. Por esta razón voy a contentarme el día de hoy, con el pan de hoy y asimismo con el vestido, el calzado y el techo de hoy. Las cosas que voy a necesitar mañana, mejor no te las pido, porque ni siquiera sé si voy a estar vivo para disfrutarlas. Ayúdame a entender que lo que importa es el presente.


...Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores....
Al pedirte que me perdones mis pecados, estoy consciente de que esto solo será posible en la medida que yo perdone a los que han pecado contra mí. Por lo tanto te pido que me limpies mi corazón de lo que siento contra esas personas. Sé que nada puedo esconder de Ti. Te pido que me ayudes a descubrirlo y a ser totalmente sincero, aceptando delante de Ti, lo que estés viendo que debe cambiar. Hay cosas que yo mismo no me he perdonado, y por eso te pido desde lo más hondo de mi ser, que me ayudes a tomar esa decisión. ¿Quién soy yo para no perdonarme las cosas que ya Tú me perdonaste?


… Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal;...
En este día no quisiera caer en las tentaciones de siempre. Reconozco que es muy fácil para mí ceder a la tentación y comportarme de maneras que después me avergüenzan delante de Ti. En lo más íntimo de mi corazón, yo no deseo pecar, pero soy débil, por eso te pido que en todo momento me ayudes a discernir claramente lo que me está pasando, porque no quiero seguir siendo acusado por mi conciencia. También, Padre, ten en cuenta que vivo rodeado del mal, mal de todas clases, y soy vulnerable a muchos ataques del enemigo. Ayúdame a entender que hay muchas cosas que yo no controlo y que las debo dejar a Ti. ¡Tú sí puedes librarme del mal!


…. porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Padre, termino mi oración reconociendo, como al principio, que eres el Supremo Dios, el Todopoderoso, a Ti pertenecen el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Nadie puede disputarte esa posesión. Toda potestad en los cielos y en la tierra es tuya y la has cedido a Tu Hijo Jesús el Cristo, en cuyo nombre he orado. ¡Amén!


La anterior oración es un ejemplo de cómo podemos aplicar aquella exhortación de Cristo, cuando dijo: “Vosotros, pues, oraréis así…”. ¿No le parece maravilloso que Jesús nos haya indicado cómo orar? Sigamos Su indicación, pongámosla en práctica. ¡Estemos seguros de que habrá respuestas!

REBATIENDO LAS DOCTRINAS DEL ENGAÑO, PARTE 1

Por: Esteban Delgado 


Evolución, evolu-ción. ¿Cuántas veces quiso usted saber cómo contestarle a alguien que le dijo que Dios no existe porque la evolución nos hizo lo que somos? Si nunca encontró la forma para combatir las falsedades de los seguidores de la “evolución” entonces este estudio le será de gran provecho. Analizaremos de forma científica cómo rebatir el concepto de “evolución espontánea” usando la misma ciencia que los ateos creen tan superior a la fe. Después revisaremos cómo la creación no pudo ser producto de la casualidad y cómo Dios se vuelve indispensable para la existencia. Finalmente, veremos cómo incluso la filosofía misma desmiente el concepto del ateísmo al demostrar que la existencia no es independiente de Dios.

¿Evolución?
El resolver todos nuestros problemas con la pala-bra evolución, equi-vale a declarar la propia ignorancia.
Anscombe

¿Existe la evolu-ción? ¿Realmente puede un organismo cambiar de es-pecie de forma espon-tánea, o es necesaria la intromisión de una inteli-gencia externa que mani-pule la genética de los seres vivos? Los gobiernos del mundo han hecho un gran esfuerzo por convencer a la población de que la evo-lución es real y que no hace falta la presencia de un Dios o de alguna entidad su-perior para la existencia humana. Si lo pensamos detenidamente, en la ac-tualidad hay demasiada habladuría pseudo-cientí-fica sobre el tema de la “evolución”, la cual es tomada a cargo por gente que no son científicos sino aficionados, que creen que por haber descartado la existencia de Dios en sus vidas automáticamente lo borran de la realidad. Esto que ha llevado a una innumerable cantidad de individuos -faltos de razo-namiento a todas luces- a creer en toda la sarta de falsedades que se les cuentan en la clase de “ciencias” sin siquiera cuestionar si lo que les dicen es correcto. Comen-cemos por lo básico:
 La Ciencia verdadera es aquella que se basa en HECHOS probados, repetibles y comparables.
 Lo que no se puede probar no es Ciencia, sino Fantasía.
 Lo que no sólo no puede probarse sino que implica creerlo ciegamente sin cues-tionar ni investigar independientemente, es DOGMA.
 Los dogmas que no tienen explicación ló-gica para la mecá-nica de los supuestos que enseñan, son HECHICERÍA.
En otras palabras, antes de defender una posición, debemos analizar las implicaciones y con-ceptos subyacentes de la misma, no sea que nos encontremos hablando de Ciencia mientras seguimos la Magia.
¿Teoría de la evolución, o Hipótesis glorificada?
Lo primero que debe saber todo estudioso de las ciencias es que toda ciencia tiene cuatro etapas:
 Propuesta: Aquí se establece un planteamiento sobre un tema de carácter científico que se ha investigado a nivel básico.
 Hipótesis: La Pro-puesta es desarro-llada y se le dan bases de soporte empíricas, se esta-blecen lineamientos básicos de lo que se puede esperar basán-dose en lo que se puede ver a simple vista.
 Teoría: En este punto la Hipótesis debe someterse a pruebas de laboratorio en ambientes contro-lados. Si todo es correcto, los resul-tados naturales y los del laboratorio deben ser iguales.
 Ley: Luego que varios laboratorios, de for-ma independiente, han corroborado que en efecto lo in-vestigado puede re-producirse en un ambiente controlado, se considera una Ley.
La forma de presentar la “evolución” por parte de los ministerios de educación de todo el mundo, haciéndola de aprendizaje obligatorio, no encaja dentro del marco de una hipótesis (lo cual es realmente, ya que no hay pruebas de laboratorio verídicas que hayan pro-bado la evolución) sino que se le embute a los alumnos bajo la perspectiva de una Ley (incuestionable, irre-futable y de aprendizaje obligatorio). La pregunta entonces es, ¿por qué presentar la Evolución como un dogma sin poner en la misma mesa el Creacionismo o la Propues-ta del Universo como Simulación de Computado-ra? Si la evolución no ha sido debidamente probada en un laboratorio como para ser Teoría, ¿qué les da derecho a dogmatizarla como si se tratase de una Ley? (continuará…)


Esto concluye la primera entrega de este estudio. Próximamente continuaremos viendo cómo funciona el universo y dónde se encuentra la humanidad es él.

LA LECCIÓN DE BALAAM

Por: Kenneth Matarrita

En este mundo que va tan acelerado, encontramos que día con día se nos ofrecen una gran cantidad de alternativas para escoger en cualquiera que sea la decisión que debamos tomar, por más simple y sencilla que pueda parecer. Por ejemplo, podemos escoger comer en casa o salir a un restaurante. Si elegimos comer fuera, podemos comer hamburguesas, tacos, pizza, etc. Si escogemos comer hamburguesa, podemos elegir qué clase de carne tenga, que vegetales y que salsas. Con solo este ejemplo tuvimos que hacer como mínimo 5 elecciones distintas. Por algo es que dicen que la vida no es nada fácil.
Hay asuntos que son de mucha mayor importancia que escoger la hamburguesa que nos vamos a comer. Y uno de estos se trata de nuestra relación con Dios. A todos se nos presentan dos caminos: o somos fieles y obedientes, o no lo somos. Sin embargo muchas personas se inventan un camino intermedio, que si vieran más adelante se darían cuenta de tiene el mismo destino del camino en contra de Dios.
En la Biblia encontramos un relato que ejemplifica muy bien el tema del que estamos hablando. Se trata de alguien que intentó estar en un punto intermedio en su relación con Dios, y al final pagó igual que quienes no estaban con Él, ya que tomó una elección equivocada. Hablamos de Balaam.

Cita bíblica: Números 22: 4-6
El relato de Balaam demuestra cuanta influencia puede ejercer un solo hombre en un grupo de personas, y hasta sobre toda una nación entera. Esto demuestra lo mucho que valen las decisiones que tomamos, ya que muchas de ellas no solo afectan a quien las toma. Pero de esto hablaremos más adelante.

La historia se recrea unos años antes de que Israel pudiera conquistar de una vez por todas la Tierra Prometida, luego de mucho tiempo vagando por el desierto debido a su obstinación y constante rebelión contra Dios. Llegaron al límite con el pueblo de Moab, cuyo rey se llamaba Balac. Este se dio cuenta de que Israel sobrepasaba por mucho sus fuerzas moabitas. Sólo sus dioses podían darle la ayuda divina que, según él necesitaba. Por lo tanto se alió con Madián, ambos con un enemigo común el cual era Israel, y buscaron alguien que se hiciera cargo de poner a su favor a todos los dioses, y quitarse a los israelitas de encima. Y la persona en la que pensó Balac fue Balaam.
Balaam no trabajaba de gratis. Era un asalariado que auguraba por dinero. En el paganismo, el poder era observado en el hombre. Este era quien controlaba a los dioses a su antojo. En cambio con el profeta de Dios, por medio de los milagros que realizaba, el poder era observado en Dios mismo. El profeta de Dios tenía la principal preocupación de glorificar y exaltar a su Señor a través de él. Esto es evidente en el caso neotestamentario de Simón el mago y Felipe (Hec. 8). Simón mismo se dio cuenta de que el poder estaba obrando por medio de Felipe y que no lo podía imitar.
Así pues, Balac mandó mensajeros a Balaam para pedirle que fuera a él, con cierto pago para convencerle, recaudado de los ancianos de Moab y de Madián. Sin duda no era esta una muy pequeña suma. Les pidió Balaam a los mensajeros que esperaran una noche mientras consultaba a los dioses. Conociendo de las grandes obras hechas por Dios para Israel desde la salida de Egipto, se dirigió a Él en busca de su ayuda (notemos el absurdo de Balaam al intentar poner al Dios de Israel en su propia contra). Un Dios con tal poder sería suficiente para detener de una vez por todas a esos molestos israelitas. Y puesto que él como mago profesional podía manejar a los dioses a su antojo, no tendría problema para convencerlo para hacer lo que él quería.
Talvez podrá parecernos extraño que Dios le respondiera a alguien como Balaam, siendo Él un Dios santo que no acepta a cualquiera en su presencia. Pero en algunas ocasiones, Dios permitió revelárseles a los que Él no había llamado a profetizar, para manifestar su propósito a través de ellos. La adivina de Endor a la que acudió Saúl sirve de ejemplo.
A la mañana siguiente Balaam les tenía una no muy grata noticia a los mensajeros. Jehová no le permitiría acompañarlos. “Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros.” (Num. 22: 13). Esta noticia no dejó conforme a Balac, por lo que “Volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros…” (22: 15) Balaam, demostrando una actitud muy respetuosa ante la voluntad de Dios, respondió: “Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande.” (v. 18) Aún asi volvió a consultar a Dios, Quien le dio una respuesta distinta esta vez. “Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga.” (v. 20)

A la mañana siguiente Balaam se levantó, enalbardó su asna y se encaminó hacia Madian.
Sin embargo Dios no estaba muy contento, ya que sabía muy bien que lo que motivaba a Balaam no era el deseo de obedecerle, sino la codicia por ver que ganaba de ese negocio. Por esta razón, Dios llevó a cabo un evento poco común, e incluso hasta cómico para enseñarle una lección a Balaam. Puso un ángel con una espada en el camino, de tal manera que fuera sólo el asna quien lo viera. Y este al ver el peligro de frente, desviaba su paso, por lo que Balaam la azotaba sin compasión. Y cuando se vio acorralada con un muro, se echó en el suelo. Esto puso furioso a Balaam, quien se dispuso a castigar aún más duramente a su fiel animal. Y ahí fue cuando ocurrió algo inesperado: el asna le habló a Balaam.
“Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces? Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. ¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría! Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No.” (Num. 22: 28-30) Balaam se enorgullecía de ser un gran adivino y vidente, sin embargo, un tonto animal vio más de lo divino que él. Al ver el animal resistirse y a Balaam hablando con un animal, nos preguntamos quien era más inteligente.
Entonces el ángel se hizo ver a Balaam, y le dijo: “¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí. El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva. Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volveré.  Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Vé con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac.” (Num. 22: 32-35).

Ya advertido Balaam de que no hablara más de lo que Dios le revelara, llegó donde Balac, quien muy contento le recibió. Al día siguiente le llevó a un monte alto desde el cual debería de decir su maldición contra Israel. Luego de que se construyera un altar, Balaam abrió su boca, pero en lugar de maldición pronunció una bendición contra el pueblo de Dios. Balac enojado por verse burlado, le reclamó, pero Balaam había aprendido la lección de respetar la voluntad de Dios: “¿No cuidaré de decir lo que Jehová ponga en mi boca?” (Num. 23: 12) Entonces Balac le llevó a otro monte donde hiciera otro intento de proferir maldición. Pero una vez más lo que salió de la boca de Balaam fue maldición. Nuevamente le llevó a otro monte con la misma intención, y sin embargo una vez más Israel fue bendecido. “Entonces se encendió la ira de Balac contra Balaam, y batiendo sus manos le dijo: Para maldecir a mis enemigos te he llamado, y he aquí los has bendecido ya tres veces. Ahora huye a tu lugar; yo dije que te honraría, mas he aquí que Jehová te ha privado de honra. Y Balaam le respondió: ¿No lo declaré yo también a tus mensajeros que me enviaste, diciendo: Si Balac me diese su casa llena de plata y oro, yo no podré traspasar el dicho de Jehová para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio, mas lo que hable Jehová, eso diré yo?” (Num. 24: 10-13). “Entonces se levantó Balaam y se fue, y volvió a su lugar; y también Balac se fue por su camino.” (Num 24: 25).

Podríamos esperar que la historia de Balaam terminara aquí, sin embargo todavía no había hecho todo lo que podía. En el capítulo 25 de Números se relata que “Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab, las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses.” (25: 1) Por alguna razón, el pueblo se vio influenciado a cometer tal clase de maldad, lo cual provocó a Jehová. “Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel. Y Jehová dijo a Moisés: Toma a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol, y el ardor de la ira de Jehová se apartará de Israel. Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal-peor.” (Num. 23: 3-5)
Entre todo este desorden, un israelita tomó a una de las mujeres madianitas y la introdujo en medio del pueblo. “Y lo vio Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, y se levantó de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano; y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel. Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil.” (Num. 25: 7-9) Por este acto tan sublime hecho por Finees, recibió alabanza de parte de Dios, fue bendecido, y la mortandad se detuvo.

¿Qué tiene que ver este relato con Balaam? Mucho sin duda. Si nos dirigimos a Números 31 encontraremos la relación de ambas historias. Un tiempo después de este pecado tan terrible cometido por Israel, Dios les mandó atacar a Madián como venganza por haberlos provocado.” Y pelearon contra Madián, como Jehová lo mandó a Moisés, y mataron a todo varón. Y los hijos de Israel llevaron cautivas a las mujeres de los madianitas, a sus niños, y todas sus bestias y todos sus ganados; y arrebataron todos sus bienes, e incendiaron todas sus ciudades, aldeas y habitaciones. Y tomaron todo el despojo, y todo el botín, así de hombres como de bestias.” (Num. 31: 7, 9-11) Algo tenían las mujeres madianitas que nublaba la razón de los israelitas, ya que las dejaron con vida. “Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra, y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres? He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová.” (Num. 31: 14-16)
Nos encontramos de nuevo aquí con el nombre de Balaam. Él había sido el responsable de la caída de Israel. No sabemos cuál fue el motivo. Talvez por no perder el negocio, le propuso a Balac otra forma de debilitar a Israel, y esta fue incitándoles a pecar con las atractivas mujeres madianitas. O talvez se sintió humillado al ver que había un Dios al que no podía mover a su antojo, y decidió vengarse de esta forma. Fuera cual fuera el motivo, el pecado más terrible de Balaam no lo constituía su codicia personal. Consistía en que persuadió a Israel a cometer cultos paganos que incluían inmoralidad sexual. Por este pecado, Israel perdió el favor de Dios, y muchos israelitas perdieron la vida debido a la ira de Dios sobre los culpables. De cuan importante fue este evento en la historia de Israel, podemos sabiendo viendo como incluso en el Nuevo Testamento se menciona varias veces el acto de Balaam (2 Pedro 2: 15, Judas 2: 11, Ap. 2: 14). Tal parecía que Balaam había cumplido su objetivo. Sin embargo, Dios no deja a nadie sin su merecido castigo, tarde o temprano este llega. Y en el caso de Balaam fue más temprano de lo que él mismo hubiera esperado.
Como mencionáramos anteriormente, Jehová mandó a Israel a tomar venganza sobre Madián, y luego de hacer un censo (capítulo 26), y de que Moisés le recordara al pueblo algunas de las leyes, en el capitulo 31 Israel comenzó su ataque a los madianitas. “Y pelearon contra Madián, como Jehová lo mandó a Moisés, y mataron a todo varón. Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de Madián, Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, cinco reyes de Madián; también a Balaam hijo de Beor mataron a espada.” (Núm. 31: 7-8) Este fue el fin de Balaam. Murió como una entre muchas personas comunes y corrientes, sin gloria ni honra. Y murió porque estaba en el lugar y momento menos indicado.

De la muerte y algo más
Haciendo un breve repaso por la vida de Balaam, podemos decir que no estaba del todo equivocado en su forma de ver a Dios. Al dirigirse a Él pudo reconocer que no era un dios ordinario, que de hecho es el Único Dios todopoderoso. Sin embargo, así como muchas personas hoy en día, tenía un concepto incompleto de todo lo que significa la grandeza y la soberanía de nuestro Señor.
La lección principal que debemos aprender del trágico fin de Balaam es que, aún conociendo a Dios, contemplando todo lo que es capaz de hacer, toda su majestad, su grandeza, su poder, su soberanía y control sobre toda la creación, y experimentando de primera mano que no hay nada ni nadie que pueda resistirse a su voluntad y sus propósitos, aún a pesar de esto, lo desestimó, creyendo que podría salirse con la suya. Creyó que estando entre los madianitas estaría seguro, y que ahí Dios no le podría hacer nada. Talvez  pensó que los dioses paganos que adoraba le protegerían, pero estaba muy equivocado, y pago caro su error.

¿Cuántas veces nos hemos encontrado del lado equivocado de la vida? No se trata de una vida sin Dios, no se trata de la clase de vida que niega la dirección y el propósito de Dios. Se trata de la vida que, a veces está de un lado, o a veces está del otro lado. O sea, se trata de una vida indecisa, una fe dividida.
“El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” (Sant. 1: 8). Cómo dijéramos al principio de esta lectura, a través de nuestro vivir diario nos topamos con una infinidad de decisiones. Desde caminar por una acera o por la otra, o si sacar un préstamo o esperar, e incluso escoger al presidente del país. Todas estas son decisiones inevitables que no podemos eludir. Y hay quienes deciden no escoger y dejar simplemente ver que pasa. Se mantienen en un punto intermedio, para tratar de evitar las consecuencias de tomar una u otra elección. En este punto es en el que vive la mayoría de la gente que no participa de la iglesia. Son esas personas que dicen creer, pero que no llevan vidas consecuentes con eso. Son los que dicen gracias a Dios sin realmente tener un espíritu agradecido. Son quienes dicen respeto a Dios mientras hacen todo lo que a Él desagrada. Son quienes intentan concordar todas las religiones diciendo: “Todas alaban al mismo Dios”, y aunque fuera el mismo Dios, ¿acaso todas lo alaban como Él exige que se le alabe? ¿Se apegan todas estrictamente a la Biblia como un todo, y no extrayendo pasajes de por aquí o por allá? ¿Qué clase de gran líder o guía espiritual no cuestiona a quienes sabe perfectamente que están cometiendo pecado, solo porque quiere evitar las discusiones y quiere quedar bien con todos? ¿Qué clase de creyente es el que desestima obedecer a Dios en el acto del bautismo, del arrepentimiento, de la fidelidad en la comunión personal a través de la oración, la lectura bíblica, o congregarse? ¿Qué clase de congregación es la que está pasiva, manteniéndose al margen, no queriendo ofender a nadie, y por ello no aplicando la disciplina eclesiástica tal como lo estipula la Biblia, no preocupándose por la evangelización mundial, simplemente afanándose por las reuniones semanales, sin un verdadero compromiso cristiano y una correcta vida espiritual?

Está ante nosotros la decisión de, o entregar por completo nuestras vidas a Dios, o a Satanás. Esa es la decisión a la que se enfrenta toda persona en el momento en el que ya tiene conciencia de lo que es bueno y es malo. Sin embargo, muchos son indecisos, y para evitar el compromiso o el riesgo al que se deben enfrentar, prefieren quedarse a la orilla, dejando que el tiempo pase. “…Así ha dicho Jehová: He aquí pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte.” (Jeremías 21: 8) Está muy claro. Sólo hay dos opciones, no existe ninguna intermedia. El propio ser humano ha inventado el punto intermedio, pero lo que no logra entender es que ese camino inventado lleva el mismo rumbo que el de muerte. Mientras sabemos que el camino de vida lleva a eterna comunión con Dios, el Padre.

“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” (Mateo 7: 13-14) ¿Por qué la gente evita tomar una decisión tan fundamental en su vida? ¿Será acaso por pereza, por desinterés, o incluso por ignorancia? Pues por ignorancia no lo creo, por lo menos no la mayoría, porque muchas personas son conscientes de que todo acto malo requiere de un castigo, de que todo se paga tarde o temprano, y que existe un Dios que todo lo ve. Por más que haya quienes lo nieguen, en sus corazones lo saben perfectamente. “…mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos…” (Rom. 2: 15). Entonces, ¿por qué se quedan en la orilla? Por la sencilla razón de que el ser humano por naturaleza busca su propia comodidad. Todos los inventos que se han hecho a través de la historia han sido con el objetivo de facilitarnos las cosas, de hacer todo con el mínimo esfuerzo posible. El ser humano defiende su zona de confort a toda costa. Y así es en la vida espiritual. El ser humano es tan perezoso que prefiere inventarse su propia religión cómoda y fácil, antes de tener que llevar la clase de vida que Dios espera de nosotros. Claro, la vida cristiana no es nada fácil. Requiere compromiso, entrega, disciplina, esfuerzo, dedicación, esmero. Estas no son palabras que le gusten a muchos. Pero así son las cosas, y como no les agrada, prefieren buscar la vía fácil. Nadie quiere sufrir, nadie quiere recibir el castigo. Pero, por más que intenten postergarlo, tarde o temprano llegará de una u otra forma. Y el día que regrese Jesús nos daremos cuenta que los vanos intentos de salvación mediante el camino fácil no servirán de nada.
Aún dentro de la iglesia, siendo cristianos fieles, muchas veces sin darnos cuenta, nos hemos puesto del lado equivocado. Y eso ocurre cuando nos hemos puesto en una posición cómoda, donde nos sentimos bien y no deseamos que nadie nos mueva de ahí. Se evidencia en las personas que solo van a las reuniones o a los cultos cuando no tienen nada mejor que hacer. Cuando leen la Biblia entre semana solo cuando alguien en Facebook postea un pasaje. Cuando oran nada más para dar gracias por la comida, o para pedir la bendición por el camino de ida y regreso al salir de casa. Cuando la relación con los hermanos de la iglesia no es más que la de verlos el domingo, cuando no sabemos nada de las personas que están pasando una situación complicada o difícil. Cuando preferimos el trabajo, o la familia antes que la iglesia. Cuando para nosotros la relación con Dios no es más que un accesorio para los momentos de dificultad. Esa es la evidencia de una persona no comprometida, una persona que está en su zona de confort.

Aquí es donde le hago la pregunta hermano, ¿de qué lado está usted en su relación con Dios? ¿Está del lado de Dios, siéndole fiel y obediente, poniendo todo su empeño en su relación espiritual, está del lado equivocado, viviendo según su propio pensamiento el cual solo puede ser pecaminoso si no toma en cuenta a Dios, o está en el inexistente punto intermedio, donde a veces está de lleno con Dios, y a veces está lejos de Él? Recuerde que ese punto intermedio no existe. Es el lado contrario de Dios solo que camuflado. Si no sabe de qué lado está es el momento de hacer conciencia, y tomar una decisión. No la postergue más. Puede que mañana sea tarde.