jueves, 28 de marzo de 2013

El verdadero vínculo del matrimonio



El verdadero vínculo del Matrimonio

Por: Mateo Martínez



Definamos las palabras vínculo y matrimonio.

Vinculo:
Término que deriva del latín "vinculum", de "vincere"...atar. Significa unión o atadura de una persona o cosa con otra. Se usa también para expresar: unir, juntar o sujetar con ligaduras o nudos. Se refiere a atar duraderamente.
Matrimonio: (Definición Bíblica)

Se define como: La unión diseñada por Dios entre un hombre y una mujer, independientes el uno del otro, que deberán convertirse en uno, en alma y cuerpo.

Introducción

El matrimonio es una institución divina, inventada y creada por Dios, un plan perfecto, para personas perfectas.

Cuando el hombre y la mujer pecaron, fallamos en lograr el gozo y el amor que Dios en su gracia y misericordia proveyó para nosotros en la relación matrimonial.

El matrimonio perfecto no se hace por “las circunstancias”, no fueron las circunstancias en el Jardín del Edén, no son las circunstancias de la vida que vivimos hoy.

El matrimonio perfecto se hace cuando la vida espiritual y la relación con Dios  tienen prioridad numero uno en nosotros los cónyuge.

Los parámetros, el patrón y los  linderos establecidos por Dios al principio, en el primer matrimonio, siguen hoy día para nosotros.

Génesis 2:24,25;
      Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su    mujer, y serán una sola carne. Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban.

a)      El hombre tiene que dejar padre y madre, su mujer ya tiene prioridad en su vida.
b)      Péguese a su esposa con la mejor pega que conozca.
c)      Serán dos en una carne.
d)     Hay unión de alma, se comunican todo, no existe vergüenza.

Basado en estos criterios, estudiemos el verdadero vínculo en el matrimonio.




I)                    Una relación personal con Dios, me vincula a sus mandamientos.

Proverbios 24:3,4.

Con sabiduría se edificará la casa,  Y con prudencia se afirmará;
Y con ciencia se llenarán las cámaras.  De todo bien preciado y agradable.

Las personas que no tienen una verdadera relación con Dios por medio de su palabra, no pueden producir, Sabiduría, Prudencia ni Ciencia, solo el creyente con madurez espiritual puede producirlos.

Tanto el Esposo como la Esposa se preocuparan en su crecimiento espiritual, trabajaran de manera personal en su relación con Dios. Buscaran el apoyo divino de Dios, buscaran ser fortalecido en rol, como Esposo y Esposa.

Reconoceremos en todo caso, nuestra responsabilidad individuales y como pareja en:

i-                    Las decisiones que hacemos.
ii-                  Las gentes con quienes andamos.
iii-                Nuestras propias motivaciones.
iv-                Nuestras maneras de vivir.
v-                  Nuestras convivencias como esposos.

Todo esto es más fácil, si mantenemos una relación personal con Dios. El mismo Dios nos guiara paso a paso, en este caminar.

Cuando pensamos en nuestro crecimiento espiritual, en nuestra relación con Dios. Necesitamos partir de lo individual al matrimonio.

Necesito pensar que soy la sal de la tierra y la luz de este mundo. Mi unión con Dios, me capacitara, me prepara para una verdadera unión matrimonial con él y con mi cónyuge.

La biblia Dice:
Mateo 5:13,14.
      Vosotros sois la sal de la tierra;  pero si la sal se desvaneciere,  ¿con qué será salada?  No sirve más para nada,  sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
      Vosotros sois la luz del mundo;  una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

Debo pensar en lo siguiente:

a)      Soy la sal en mi matrimonio.
b)      Soy la luz en mi matrimonio.

Cuando pienso de esta forma, estoy asegurando, no solo una relación con mi compañero(a). Estoy expresando mi relación con Dios y su voluntad para mi relación matrimonial

Debo permanecer unido(a) a Cristo, así como debo hacerlo con mi pareja.

Juan 15:1-5.

     Yo soy la vid verdadera,  y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto,  lo quitará;  y todo aquel que lleva fruto,  lo limpiará,  para que lleve más fruto.
     Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí,  y yo en vosotros.  Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo,  si no permanece en la vid,  así tampoco vosotros,  si no permanecéis en mí.
     Yo soy la vid,  vosotros los pámpanos;  el que permanece en mí,  y yo en él,  éste lleva mucho fruto;  porque separados de mí nada podéis hacer.



II)              Amor  y  Respeto (vinculo en la pareja).


Dios ama y respeta su creación. Mostro su amor para con la humanidad, cuando por su misericordia, envió a Cristo al mundo a morir por cada uno de nosotros.

Muestra respeto a cada uno de nosotros, al darnos libre albedrio para que tomemos nuestras decisiones, sean estas buenas o malas.

En el matrimonio debe existir amor y respeto entre sus cónyuges.

La falta de estos ingredientes ha terminado con millones de matrimonios, hoy día 5 de cada 10 matrimonios terminan en el juzgado y a la decisión de un juez, ya no son más parejas.

Efesios 5:33.

      Por lo demás,  cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo;  y la mujer respete a su marido.

Al esposo se lo llama a amar incluso a una esposa que no lo respecta y a Esposa se la llama a respectar a un a un esposo desamoro”

No hay justificación para que un esposo diga: Voy a amar a mi esposa después de que me respecte, ni para que una esposa diga, Voy a respetar a mi esposo después que me ame.

  • Cuando un esposo no se siente respetado, le es especialmente difícil amar a su esposa.
  • Cuando una esposa no se siente amada, le es especialmente difícil respectar a su esposo.

Muchas veces la esposa se pregunta:

¿Me ama mi esposo como yo lo amo a el?  Ella esta consiente de que lo ama, pero esta dudosa de su amor por ella.

Esto no es un asunto de expresarlo, es un asunto de vivirlo. No podemos decir que amamos a Dios sin vivir ese amor, igual con nuestra relación de pareja. Recuerde, el vínculo en nuestro matrimonio.

El esposo debe amar a su esposa como así mismo. Y la esposa debe respectar a su marido. Aquí Pablo no esta dando una sugerencia, esta dando un mandamiento.

La palabra griega que el Apóstol usa para referirse al amor es ágape, que  significa amor incondicional.

El apóstol Pedro escribió a las esposas que sus esposos eran desobedientes a las palabras de Dios,  los ganarían por su ejemplo para el Señor.

1 Pedro 3:1,2.
      Asimismo vosotras,  mujeres,  estad sujetas a vuestros maridos;  para que también los que no creen a la palabra,  sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa.

¿Como se manifiestan la falta de amor y el irrespeto en entre los esposos?

Esto no es un asunto solo de enfrentamientos, pleitos y griterías. Se manifiesta desde las cosas mas sutiles, hasta las más grabe en la relación.

Necesitamos considerar:

  • La forma de comunicarnos (Aprender a descifrar los códigos).
  • Gustos (Que le gusta a ella, que a el).
  • Actitudes.
  • Costumbres (como nos manejábamos cuando solteros).
  • Hábitos.
  • Metas.
  • Compromisos.
  • Etc.

III)            Necesitamos tomar decisiones que cambien nuestras vidas de parejas.

Dios nos hiso hombre y mujer, es decir, muy diferentes, Mateo 19:4.

Entender esto es crítico para tener un verdadero vínculo en nuestro matrimonio. Usted no puede cambiar a su esposo. Usted marido, no puede cambiar a su esposa.

Pero usted si puede cambiar como persona, puede hacerlo para Dios, por igual lo puede hacer para su marido. Usted mi hermano, lo puede hacer para su esposa si lo hace para Dios.

Esta decisión de cambio debe iniciar con un fuerte compromiso de relación con Dios y con nuestros cónyuges.

El matrimonio exige permanencia y esfuerzos, a tal grado que los discípulos de Jesús dijeron, pues si así es no conviene casarse, Mateo 19:10

El esposo que tiene buena voluntad “tiene cuidado de… agradar a su mujer” y la esposa que tiene buena voluntad “tiene cuidado de”… agradar a su marido. 1 Cor. 7:33,34.

Esposos cuando estén ofendidos,  portaos varonilmente y esforzaos. 1 Cor. 16:13.

En tiempo pasados, las esposas eran ‘santas mujeres que esperaban en Dios” 1 Pedro 3:5, y hoy Dios las llama a hacer lo mismo. 

Necesitamos como pareja, apoyarnos mutuamente, apoyarnos en Cristo y en sus palabras, depender más de las oraciones, antes que de nuestras acciones.

Un consejo de gran valor es el que se encuentra en Filipenses 2:3-5.

      Nada hagáis por contienda o por vanagloria;  antes bien con humildad,  estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;  no mirando cada uno por lo suyo propio,  sino cada cual también por lo de los otros.  Haya,  pues,  en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,…

Y en 1 Corintios 13: 4-8. La Biblia nos hace recordar las razón por la cual nos casamos, nos casamos por amor. Necesitamos vivir y trabajar por ese amor.

      El amor es sufrido,  es benigno;  el amor no tiene envidia,  el amor no es  jactancioso,  no se envanece;   no hace nada indebido,  no busca lo suyo,  no se irrita,  no guarda rencor;   no se goza de la injusticia,  mas se goza de la verdad.  Todo lo sufre,  todo lo cree,  todo lo espera,  todo lo soporta.  El amor nunca deja de ser;

Conclusión.

Hoy podemos entender un poco mejor el verdadero vinculo del matrimonio. Su importancia en nuestra relación con Dios.

Su importancia en nuestra relación conyugal, el papel que juega en nuestro matrimonio el amor y el respeto. Así como lo fundamental de aprenderlo y aplicarlo en nuestra relación matrimonial.

Hemos aprendido a tomar decisiones apropiada a la situación donde nos encontremos en nuestra relación, poniendo a Dios en primer lugar, buscándole por medio de sus palabras y poniendo en sus manos nuestras necesidades por medio de la oración.

Acuchemos la voz de Dios como últimas palabras en esta Charla.

Colosenses 3:12-15 dice.

      Vestíos,  pues,  como escogidos de Dios,  santos y amados,  de entrañable misericordia,  de benignidad,  de humildad,  de mansedumbre,  de paciencia;
      soportándoos unos a otros,  y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro.  De la manera que Cristo os perdonó,  así también hacedlo vosotros.
      Y sobre todas estas cosas vestíos de amor,  que es el vínculo perfecto.
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones,  a la que asimismo fuisteis     llamados en un solo cuerpo;  y sed agradecidos.



Por Mateo Martínez
Para los Frailes (4/11/09)

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